En este artículo vamos a comentar como podemos disminuir los efectos secundarios de la quimioterapia mediante el consumo de los probióticos.
Nuestra vida comienza con una célula, que se multiplica rápidamente. Así tomamos nuestra forma humana, los órganos se desarrollan y crecen durante nuestro desarrollo.
A lo largo de nuestra vida, las células viejas maduran y nacen otras nuevas, sin embargo, cuando las células dañadas empiezan a crecer y a multiplicarse sin control, dan lugar al cáncer.
Para encontrar la posible causa del cáncer, se han realizado varios estudios donde se apunta a que es el resultado de nuestra genética con factores ambientales como la exposición a los rayos UV, la alimentación, la exposición a productos químicos y algunas infecciones.
Al recibir radioterapia o quimioterapia como tratamiento para el cáncer, hasta el 80% de los pacientes presentan diarrea, uno de los síntomas más comunes y molestos.
Para eliminar el cáncer y evitar que siga creciendo, apoderándose de diferentes partes del cuerpo, es necesario extirpar el cáncer mediante cirugía o mediante radioterapia o quimioterapia para asegurar su erradicación.
La quimioterapia trata muchos tipos de cáncer con eficacia, pero puede provocar efectos secundarios muy molestos o incluso más perjudiciales que el propio cáncer.
Esto se debe a que actúa de forma diferente según el tipo de cáncer, los fármacos y las dosis administradas y, sobre todo, el estado de salud general del paciente.
¿Por qué la quimioterapia provoca efectos secundarios?
Las células cancerosas activas están creciendo y la quimioterapia actúa directamente sobre ellas, pero también sobre las células sanas activas al mismo tiempo.
Por ejemplo, las células sanas de la boca, la sangre, el aparato digestivo y los folículos pilosos, que causa los efectos secundarios.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la quimioterapia?
Los síntomas más comunes son la diarrea o, por el contrario, el estreñimiento y la pérdida de peso involuntaria. La mayoría de los síntomas alteran el sistema digestivo e inmunitario.
Un ejemplo es que cuando hay diarrea se retrasa el tratamiento o las dosis porque puede complicar la enfermedad ya que provoca deshidratación y desnutrición, perjudicando la calidad de vida y provocando cambios permanentes en la digestión.
¿Cómo se pueden reducir los efectos secundarios de la quimioterapia?
La mayoría de los síntomas están relacionados con el sistema digestivo e inmunitario, por lo que una excelente noticia es que se puede recibir ayuda de unos microorganismos llamados probióticos.
Los probióticos son bacterias buenas que están presentes en nuestro cuerpo para proporcionarnos beneficios, desde el desarrollo prenatal hasta la vejez. La función principal de los probióticos es regular la colonización de bacterias patógenas (malas) en nuestro cuerpo, generando efectos inmunológicos, lo que resulta en una mayor resistencia a las enfermedades.
Otro beneficio de los probióticos es reducir el riesgo de diabetes, prevenir enfermedades cardiovasculares, controlar el peso corporal, mejorar la absorción de nutrientes y principalmente mejorar la actividad gastrointestinal.
La microbiota intestinal desempeña un papel muy importante en la prevención de enfermedades.
Cuando se genera una disbiosis (desequilibrio de bacterias buenas y malas), se producen diferentes trastornos como úlceras, estreñimiento, síndrome del intestino irritable, inflamación, entre otros.
Si relacionamos los probióticos con el cáncer podemos darnos cuenta de que son un gran aliado para controlar la diarrea, mantener un equilibrio interno y estable en el intestino, así como regular la respuesta inmune.
De hecho, se considera que los probióticos tienen un efecto anticancerígeno con su consumo regular, evitando alteraciones en la microbiota intestinal que producen carcinógenos (todas las sustancias que causan cáncer).
Los probióticos ayudan a mejorar las actividades metabólicas de la microbiota y las condiciones fisicoquímicas del colon, proporcionando así un efecto antioxidante, estimulando finalmente el proceso de muerte celular natural (apoptosis).
Estudios encontrados en Cellular and molecular effects of yeast probiotics on cancer. Critical Reviews in Microbiology de Alipour, B., Faghfoori, Z., & Yari Khosroushahi, A de 2017 sugieren el consumo específico de algunas cepas como coadyuvantes en el tratamiento del cáncer.
Principalmente lactobacillus acidophilus, lactobacillus paracasei, lactobacillus rhamnosus, bifidobacterium Logum entre otros. Estas cepas probióticas producen efectos anticancerígenos mediante la neutralización de la virulencia bacteriana (el número de microorganismos necesarios para causar la enfermedad), la interferencia en la adhesión bacteriana, el fortalecimiento de las uniones estrechas de los enterocitos (para impedir el paso de las toxinas), la redistribución de las células inmunitarias y, en consecuencia, una mejor respuesta inmunitaria.
Estas cepas se pueden encontrar en diferentes formas, pero para que sean realmente efectivas lo mejor es consumirlas en un medio que garantice que las bacterias se mantengan vivas y metabólicamente activas.
En PAVIA, además de garantizar este medio, se les añade inulina de agave como prebiótico (el alimento de las bacterias, para favorecer su crecimiento y reproducción) así como nutrientes, especialmente seleccionados para mejorar la nutrición.
Estos productos son un gran apoyo en el proceso de enfrentar el cáncer, cabe destacar que no debe ser exclusivo, sino un auxiliar de su tratamiento. Asimismo, los beneficios de los probióticos, especialmente los de PAVIA, pueden ser disfrutados por cualquier persona sana para prevenir enfermedades y patologías. Además de la salud gastrointestinal para sentir un bienestar total.