No es coincidencia que el sistema inmune esté relacionado con la forma de nuestro nacimiento. Esto es porque al nacer los bebés pasan por la pared de parto de mamá que está repleta de bacterias que recubren al bebé al momento de nacer. Dando su primera dosis de probióticos.
Es por esta razón que los bebés nacidos por parto natural tienen un microbioma diferente al de los nacidos por cesárea. También al no contar con esa primera dosis de protección bacteriana quedan más expuestos a microbios que se encuentran dentro de los hospitales, que tienen mayor resistencia a los antibióticos. Además de aumentar el riesgo de asma y alergias. Estas se producen por la sobre estimulación del sistema inmunitario ante sustancias que las causan llamados alérgenos.
¿Como influyen los probióticos en la salud del bebé?
Recordemos que los probióticos son bacterias buenas que se alojan en nuestro cuerpo ayudándonos a regular la digestión y son encargados del 70% del sistema inmune.
Se ha mostrado en diferentes estudios que algunos desde el primer año hasta los 5 años de edad recuperan por completo la cantidad adecuada de bacterias que debe de tener un ser humano saludable en el organismo.
Imagina el problema que puede ser esto para el bienestar y desarrollo de un bebé en sus primeros 5 años de vida. Hay cientos de razones por las cuales se recurre a un parto por cesárea y eso no quiere decir que sea malo.
Malo sería no hacer nada al respecto; gracias a lo avanzado de estos tiempos tenemos la información para saber qué es lo que se debe de hacer en estas circunstancias para tener a un bebé sano incluso naciendo por cesárea.
La primera fuente de probióticos que podemos ofrecerle al bebé es mediante la leche materna, que es rica en bacterias buenas como:
Lactobacillus Rhamnosus, Lactobacillus Plantarum, Bifidobacterium lactis
Entre muchas otras. Se recomienda que mamá, tenga una dieta saludable y rica en nutrientes para darle una mejor calidad de leche a su bebé.
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Cuando él bebé comienza a deglutir podemos darle pequeñas dosis de probióticos vivos, para ayudarlo a que poco a poco tenga una mejor población de bacterias buenas.
Esto puede ser desde los primeros meses de vida, hay que ser muy cuidadosos en lo que le vamos a ofrecer al pequeño.
La mejor opción es buscar probióticos que estén vivos y activos, nunca modificados y además sean de fácil ingesta para él bebé.
¿Qué pasa si mi hijo ya tiene más de 5 años y se sigue enfermando?
Puedes darle probióticos en cualquier momento de su vida, para recuperar su microbiota intestinal y fortalecer su sistema inmune. Ya que los niños sobre todo en edad preescolar es difícil controlar que se lleven todo a la boca y compartan con otros compañeros.
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¿Qué probiótico es mejor para los niños?
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