Probióticos y fibra: aliados naturales para combatir el estreñimiento infantil
Probióticos y fibra para combatir el estreñimiento infantil
El estreñimiento infantil, que se caracteriza por evacuaciones infrecuentes y dolorosas, dolor abdominal e incontinencia fecal, es un problema frustrante en la atención médica pediátrica en todo el mundo. La prevalencia estimada varía de 0.7% a 29.6% a nivel mundial, incluidos los países desarrollados y en desarrollo.
El estreñimiento también es una enfermedad familiar en las clínicas de emergencia pediátrica y puede tener efectos físicos angustiantes en los niños afectados, así como efectos psicológicos tanto en los niños como en sus familias.
Según las recomendaciones de la Sociedad Norteamericana de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas, el tratamiento del estreñimiento infantil suele incluir educación parental o familiar, cambios en la dieta, entrenamiento para ir al baño, uso de medicamentos como laxantes y modificación del comportamiento (Comité de Guías de Estreñimiento, 2006).
Aunque estos métodos son populares, la mayoría de los niños requieren terapia sostenida durante un largo período de tiempo, y algunos no logran resultados satisfactorios.
El rol de la microbiota intestinal y los probióticos
Los avances tecnológicos han demostrado que la microbiota intestinal es esencial para la salud humana y que una amplia variedad de enfermedades infantiles están asociadas con su condición.
Los probióticos están atrayendo cada vez más atención en este sentido. La Organización Mundial de la Salud (OMS) los define como microorganismos vivos que, cuando se toman en ciertas cantidades, producen beneficios para la salud del huésped.
Esto significa que los probióticos son bacterias y levaduras vivas que incluyen cepas como Lactobacillus acidophilus, Bifidobacterium lactis y Lactobacillus brevis, que no solo son buenas para el sistema digestivo, sino también para otros sistemas como el cerebro.
Aunque solemos pensar que las bacterias provocan enfermedades, los probióticos son bacterias "buenas" o "útiles" porque ayudan a mantenernos sanos.
Existe amplia evidencia sobre los beneficios de los probióticos como terapia para varios trastornos gastrointestinales, incluyendo diarrea persistente, diarrea aguda adquirida en la comunidad y síndrome del intestino irritable.
Probióticos y estreñimiento en niños
Se informa que los probióticos también tienen potencial para tratar el estreñimiento infantil.
En 2005, Benninga et al. afirmaron que los probióticos representan una nueva opción de tratamiento.
En un estudio piloto de Bekkali et al. (2007), una mezcla de probióticos que incluía Bifidobacterium y Lactobacillus spp. mostró efectos positivos sobre los síntomas del estreñimiento: aumentó la frecuencia de las deposiciones y disminuyó los episodios de incontinencia fecal por semana.
El uso de probióticos como terapia se basa en el desequilibrio de la microbiota intestinal que se observa en los niños con estreñimiento.
Prebióticos y fibra para mejorar el tránsito intestinal
El empleo de prebióticos (fibra dietética soluble) aumenta la capacidad de retención de agua de las heces y estimula el crecimiento de las bifidobacterias probióticas, mejorando la frecuencia de las deposiciones y disminuyendo su consistencia.
Ingredientes como la inulina y los oligosacáridos de fructosa (FOG) poseen efectos laxantes dosis-dependientes, atribuidos al aumento de la biomasa microbiana tras su fermentación en el colon, a diferencia de la fibra insoluble que actúa aumentando la masa fecal.
Numerosos estudios indican que las fibras de trigo, leguminosas, entre otras fuentes, favorecen el desarrollo de bacterias beneficiosas y refuerzan la movilidad intestinal, ayudando a evitar que las heces se sequen demasiado.
Un tipo específico, la fibra insoluble, ayuda especialmente a retener agua, facilitando la evacuación.
¿Qué son los prebióticos?
Los prebióticos son sustancias no digeribles que estimulan el desarrollo de bacterias beneficiosas como los lactobacilos y las bifidobacterias. Además, aceleran la progresión de los alimentos a lo largo del intestino y el colon.
Muchos estudios han demostrado que el uso de probióticos aumenta significativamente el número de deposiciones semanales.
Recomendaciones de fibra y líquidos para niños
El niño debe consumir suficiente fibra y tomar abundantes líquidos para mejorar su efecto.
Dependiendo de la edad y el sexo, los niños deben obtener de 14 a 31 gramos de fibra al día.
Para bebés menores de 1 año no existen pautas específicas; el médico debe guiar los cambios necesarios.
Buenas fuentes de fibra incluyen:
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Granos integrales: panes, pastas, avena, cereales de salvado.
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Legumbres: lentejas, frijoles negros, rojos, soya y garbanzos.
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Frutas: frutos rojos, manzanas con cáscara, naranjas y peras.
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Verduras: zanahorias, brócoli, chícharos y hojas verdes.
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Nueces: almendras, cacahuates y nueces pecanas.
Además, se recomienda que los niños beban mucha agua y otros líquidos como sopas claras para mejorar la función de la fibra.
Alimentos que deben evitarse en casos de estreñimiento
Para prevenir o aliviar el estreñimiento, se deben evitar alimentos bajos o nulos en fibra como:
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Papas fritas y productos similares.
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Comida rápida.
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Carnes procesadas (salchichas).
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Alimentos procesados o congelados.
Conclusión
El estreñimiento infantil es un problema común, pero puede resolverse con un enfoque adecuado de alimentación, hidratación y apoyo con probióticos y prebióticos.
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