Los probióticos y su efecto antiinflamatorio durante el embarazo
Los probióticos son definidos como microorganismos vivos, que, al ser administrados en cantidades adecuadas, confieren beneficios a la salud de quien los consume. Éstos al ser ingeridos por vía oral tienen el potencial de colonizar la vagina y normalizar la flora bacteriana en el tracto genital inferior. Aunado a ello, pueden tener un efecto antiinflamatorio sobre la respuesta inflamatoria del lipopolisacárido en las células trofoblasto placentarias humanas. Por lo tanto, se sugiere que los probióticos pueden modificar la inflamación placentaria del trofoblasto, la inflamación sistémica y la presión arterial, todos ellos, considerados aspectos importantes en el desarrollo de la preeclampsia.
Los beneficios de los probióticos en pacientes con diabetes mellitus tipo 2
Se ha observado que el consumo de probióticos puede mejorar las funciones inmunomoduladoras, antiinflamatorias y estimuladoras de hormonas en personas con diabetes mellitus tipo 2, lo que a su vez puede reducir los niveles de colesterol, triglicéridos y masa grasa. Este efecto en el tejido adiposo puede disminuir la resistencia a la insulina, lo cual es considerado como un tratamiento nutricional complementario al tratamiento farmacológico del paciente con diabetes, y también como un tratamiento preventivo en pacientes con factores metabólicos de riesgo. Por lo tanto, se cree que la ingesta de alimentos con probióticos puede tener un efecto beneficioso en la reducción de las complicaciones del embarazo asociadas con la hipertensión y la inflamación.
La importancia de la microbiota y los probióticos en el embarazo y la lactancia
La microbiota de cada individuo tiene un peso estimado de 2,5-3 kg. La colonización bacteriana comienza en el momento del nacimiento, cuando el feto entra en contacto con la microbiota vaginal e intestinal de la madre. Los oligosacáridos presentes en la leche materna estimulan el crecimiento de bacterias que proporcionan el ambiente adecuado para el desarrollo de la inmunidad de la mucosa intestinal. Además, la leche materna transporta su propia microbiota, la cual puede verse afectada en casos de mastitis. La vagina también es un importante microambiente, y la disbiosis en esta zona puede llevar a la aparición de vaginosis bacteriana y candidiasis, ambas patologías muy comunes en mujeres en edad fértil. Los probióticos son una opción potencial y prometedora para tratar las alteraciones de la microbiota y las enfermedades asociadas a ellas.
La importancia de la microbiota en el desarrollo de la inmunidad del neonato
En los recién nacidos, tanto la glándula mamaria como la vagina tienen una microbiota específica en el intestino, y cualquier desequilibrio puede provocar problemas de salud. Los probióticos se han demostrado como un tratamiento eficaz para estos casos. En los recién nacidos, se usan para tratar trastornos gastrointestinales como la enterocolitis necrotizante. Además, se utilizan como tratamiento de primera línea para la mastitis subaguda y como tratamiento adyuvante en la vaginosis bacteriana y la vulvovaginitis candidiásica, junto con los tratamientos antibióticos y antifúngicos correspondientes.
Los probióticos desempeñan un papel crucial en la modulación de diversas respuestas inmunológicas sistémicas. Estos microorganismos vivos promueven el crecimiento de otros organismos beneficiosos para el huésped, lo que mejora la composición de la flora bacteriana y aumenta la resistencia a diversos agentes patógenos. Su acción se produce a nivel digestivo, lo que estabiliza la composición de la flora bacteriana y mejora la resistencia del huésped frente a diferentes agentes patógenos.
Los beneficios de la suplementación con probióticos durante la etapa perinatal
Se ha comprobado que la administración de probióticos durante las etapas perinatales disminuye el riesgo de diversas enfermedades en neonatos e infantes. Los ensayos clínicos han demostrado que la suplementación con probióticos reduce la posibilidad de padecer enterocolitis necrosante y eccema atópico en aquellos casos en que las madres gestantes han recibido suplementos de probióticos a partir del tercer trimestre de embarazo y durante la lactancia. Esta práctica mejora la respuesta inmunológica frente a estas patologías y reporta beneficios a la madre, como una prolongación de la edad gestacional.
Resultados significativos de la suplementación con probióticos en la reducción de patologías en mujeres embarazadas
Según los resultados obtenidos se denota de manera descriptiva el análisis estadístico, mostrando resultados y/o efectos significativos en la reducción de algunas patologías que se describen; el eccema, muerte y enterocolitis necrotizante; donde se evidencia una diferencia significativa en las mujeres que, si consumen probióticos de las que no consumen, dando beneficio a la madre y al recién nacido.
Los resultados muestran que la suplementación con probióticos tiene un efecto significativo en la mejora y fortalecimiento del sistema inmunológico de mujeres gestantes, lactantes e infantes, frente a agentes patógenos. Además, esta suplementación brinda beneficios protectores, como la transferencia efectiva de cepas beneficiosas para los hijos de estas mujeres, y la prevención de condiciones como el eccema atópico, la enterocolitis necrotizante, y la muerte neonatal.
Los probióticos, ya sea que provengan de los alimentos o suplementos, ayudarán al sistema digestivo a trabajar eficazmente. Ayudando a los intestinos a digerir mejor los alimentos y disminuyendo la presencia de bacterias patógenas. Además, es posible disminuir el riesgo de sufrir complicaciones de salud durante el embarazo.
¿Cómo ayudan los probióticos durante el embarazo?
Los probióticos pueden ayudar en el embarazo con los siguientes:
- Diarrea por infección
- Diarrea relacionada con antibióticos
- Síndrome de intestino irritable
- Estreñimiento
- Enfermedad inflamatoria intestinal
- Vaginosis bacteriana
- Dermatitis
Según un reporte publicado en la revista de Medicina Natural, el empleo de probióticos podría fortalecer el sistema inmune y disminuir el riesgo de padecer diabetes gestacional. El estudio indica claramente que los infantes con un peso elevado al momento del nacimiento tienen mayores posibilidades de desarrollar obesidad en el futuro.
Un hallazgo significativo respalda la relación entre la administración de probióticos como suplemento y la obesidad. Las proporciones bacterianas específicas fomentarán o desalentarán la obesidad más adelante en la vida e incluso predecirán el desarrollo de la obesidad. Un alto número de bifidobacterias y un bajo número de Staphylococcus aureus en la infancia pueden ayudar a proteger contra el sobrepeso y la obesidad en los niños, lo que posiblemente revele una razón clave por la que los bebés amamantados disfrutan un resultado metabólico más saludable.
Es comúnmente conocido que los probióticos tienen la capacidad de regular el sistema inmunológico y, por ende, la respuesta inflamatoria del organismo. En vista de que la obesidad puede ocasionar una inflamación sistémica de bajo grado, es posible que esta situación explique el aumento de la prevalencia de asma en pacientes con obesidad. Dado que la obesidad y la inflamación están relacionadas, se puede postular que el control probiótico de la inflamación juega un papel en la prevención de la obesidad.
Dado que el 79% de los participantes tenían antecedentes de enfermedades alérgicas, es comprensible que la suplementación con probióticos tenga un fuerte efecto en esta población y su descendencia. Este estudio refuerza el apoyo al uso de probióticos como tratamiento pre y perinatal. Estudios previos evidencian que el consumo durante el embarazo puede ser beneficioso para prevenir la aparición de *atopía en el niño.
Los mejores probióticos son los de Pavia
Ya que conocemos un poco más sobre este tema podemos resumir que en el embarazo se presentan varios malestares gastrointestinales. Por lo que te recomiendo el consumo de: FreeTx, OM3, Vitamina D3, A+C y Magnesio y Ácido Fólico de PAVIA, ya que te ayudarán a reducir de manera natural las diarreas, inflamación, gases, calambres, reflujo, gastritis, acidez y estreñimiento.
*La atopia es definida por la Academia Europea de Alergia como la tendencia personal o familiar a producir anticuerpos IgE específicos en respuesta a dosis bajas de alérgenos, normalmente proteínas (sensibilización) y que clínicamente (alergia) se expresa como dermatitis-eccema, asma bronquial y rinoconjuntivitis1.