Los síntomas digestivos de los problemas de tiroides

Síntomas estomacales de los problemas de la tiroides

¿Qué es la glándula tiroides?

La glándula tiroides tiene forma de mariposa y normalmente se localiza en la parte de adelante del cuello, su trabajo es formar las hormonas tiroideas, volcarlas al torrente sanguíneo y entregarla a todos los tejidos del cuerpo. Las hormonas tiroideas ayudan al cuerpo a utilizar energía, mantener la temperatura corporal y a que el cerebro, el corazón, los músculos y otros órganos funcionen normalmente.

 

¿Qué es el hipertiroidismo?

El término hipertiroidismo se refiere a cualquier condición en la cual existe demasiada hormona tiroidea en el organismo. En otras palabras, la glándula tiroides está hiperactiva.

 

¿Qué es el hipotiroidismo?

El hipotiroidismo refleja una glándula tiroides hipoactiva. El hipotiroidismo significa que la glándula tiroides no es capaz de producir suficiente hormona tiroidea para mantener el cuerpo funcionando de manera normal. Las personas hipotiroideas tienen muy poca hormona tiroidea en la sangre. Las causas frecuentes son: enfermedad autoinmune, como es la Tiroiditis de Hashimoto, la eliminación quirúrgica de la tiroides y el tratamiento radiactivo.

 

Signos y síntomas

 Clínica del hipertiroidismoSignos y síntomas del hipotiroidismo

 

¿Cómo afecta la tiroides al sistema digestivo?

La tiroides es una glándula endocrina que se encuentra en el cuello y que tiene un papel fundamental en el funcionamiento de nuestro cuerpo. Una de las funciones más importantes de esta glándula es la regulación del metabolismo, lo que significa que la tiroides es responsable de controlar la velocidad a la que nuestro cuerpo quema calorías y convierte los alimentos en energía.

 

Debido a su papel en el metabolismo, la tiroides también puede afectar al sistema digestivo. Cuando la tiroides no funciona correctamente, puede causar problemas digestivos como estreñimiento, diarrea, náuseas y vómitos. Además, la tiroides también puede afectar la absorción de nutrientes, lo que puede llevar a deficiencias nutricionales y otros problemas de salud.

 

Por lo tanto, si experimentas problemas digestivos persistentes, es importante que hables con tu médico para determinar si hay alguna conexión entre tus síntomas y la tiroides. Un tratamiento adecuado para la tiroides puede ayudar a mejorar la salud digestiva y prevenir complicaciones a largo plazo.

 

Síntomas de los problemas digestivos asociados a la tiroides

Los problemas digestivos relacionados con la tiroides pueden incluir estreñimiento, diarrea, náuseas, vómitos, acidez estomacal y dolor abdominal. Estos síntomas pueden ser causados por una disminución en la producción de hormonas tiroideas, lo que provoca que el sistema digestivo se ralentice o se acelere. También pueden ser causados por una inflamación de la tiroides, que puede afectar a la producción de las enzimas necesarias para la digestión adecuada.

 

Los problemas de la tiroides pueden manifestarse de diferentes formas en el aparato digestivo, dependiendo del tipo de alteración que sufra la glándula tiroides. Estos son algunos síntomas habituales que podrían señalar una relación entre los problemas digestivos y la tiroides:

 

  • Estreñimiento: El hipotiroidismo, una condición en la que la glándula tiroides produce poca hormona tiroidea, puede hacer que el metabolismo se enlentezca y afectar el funcionamiento normal del sistema digestivo. Esto puede provocar una disminución de los movimientos del intestino y causar estreñimiento.
  • Diarrea: Por el contrario, en casos menos frecuentes, el hipertiroidismo, una condición en la que la glándula tiroides produce mucha hormona tiroidea, puede hacer que el metabolismo se acelere y aumentar la velocidad del tránsito intestinal. Esto puede causar diarrea o heces blandas.
  • Malestar abdominal: Algunas personas con trastornos de la tiroides pueden sentir malestar abdominal, inflamación o sensación de llenura después de comer. Esto puede deberse a cambios en la función gastrointestinal debido a las alteraciones hormonales asociadas con los problemas de la tiroides.
  • Disminución del apetito: Tanto el hipotiroidismo como el hipertiroidismo pueden influir en el apetito. En el hipotiroidismo, es frecuente sentir una disminución del apetito, lo que puede contribuir a la pérdida de peso. Por otro lado, el hipertiroidismo puede incrementar el apetito y provocar una mayor ingesta de alimentos.
  • Náuseas y vómitos: Algunas personas con enfermedad de Graves, un trastorno autoinmune que causa hipertiroidismo, pueden presentar síntomas gastrointestinales como náuseas y vómitos.

 

Hipertiroidismo y problemas digestivos

Cuando la tiroides produce demasiada hormona, se produce una condición llamada hipertiroidismo. Esto hace que el metabolismo del cuerpo se acelere y puede causar muchos síntomas, como pérdida de peso, temblor de manos, nerviosismo, sudoración, palpitaciones y mayor sensibilidad al calor.

 

El hipertiroidismo también   puede afectar al aparato digestivo, causando problemas como:

  • Alteraciones en el ritmo intestinal, especialmente deposiciones más frecuentes.
  • Hinchazón en la base del cuello por el agrandamiento de la glándula tiroides, lo que se conoce como bocio, y que puede dificultar la deglución.
  • Dificultad para tragar alimentos sólidos o líquidos por la disfunción de los músculos de la faringe y el esófago cervical.

 

¿Qué alimentos evitar para el hipertiroidismo?

Se recomienda seguir una alimentación equilibrada y variada, rica en frutas, verduras, pescado, carnes magras y bebidas sin lactosa. Algunos consejos nutricionales para el hipertiroidismo son:

  1. Evitar el consumo excesivo de alimentos que contienen yodo, como las algas marinas, los mariscos o los productos lácteos.
  2. Evitar el consumo de alimentos bociógenos, que son aquellos que interfieren con la captación de yodo por la glándula tiroides. Algunos ejemplos son las coles, los nabos, las espinacas o los cacahuetes. Estos alimentos se pueden consumir con moderación si se cocinan bien.
  3. Dejar el consumo de alcohol, café y otras bebidas estimulantes, ya que pueden aumentar los síntomas como el nerviosismo o las palpitaciones.
  4. Aumentar el consumo de agua y otros líquidos para evitar la deshidratación por el exceso de sudoración.

 

Hipotiroidismo y problemas digestivos

Cuando la tiroides produce poca hormona, se produce una condición llamada hipotiroidismo. Esto hace que el metabolismo del cuerpo se ralentice y puede causar muchos síntomas, como aumento de peso, cansancio, depresión, intolerancia al frío, sequedad de piel y cabello y alteraciones menstruales.

 

El hipotiroidismo también puede afectar al aparato digestivo, causando problemas como:

 

  • El principal de todos es la hipomotilidad intestinal, que es una disminución de los movimientos del intestino que favorece el reflujo gastroesofágico o el estreñimiento.
  • En raras ocasiones, diarrea, que puede deberse a un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado secundario a la hipomotilidad.
  • A veces, asociación con otras enfermedades autoinmunes que afectan al aparato digestivo, como la colitis ulcerosa, la anemia perniciosa o la cirrosis biliar primaria.

 

¿Qué alimentos tomar para el hipotiroidismo?

No existe una dieta mágica que cure o revierta el hipotiroidismo, pero hay algunos alimentos que pueden ayudar a mejorar la salud de la tiroides y el metabolismo. Aquí te damos algunos ejemplos:

  1. Alimentos con yodo: El yodo es un nutriente imprescindible para que la tiroides pueda fabricar sus hormonas. Los alimentos con yodo son las algas marinas, los pescados y los mariscos, como el bacalao, el atún y las ostras.
  2. Productos con selenio: El selenio es otro mineral vital para el buen funcionamiento de la tiroides. Lo puedes encontrar en alimentos como las nueces, los mariscos, las semillas de girasol y los huevos.
  3. Frutas y verduras: Comer una variedad de frutas y verduras frescas te aporta antioxidantes y otros nutrientes esenciales para la salud general. Elige opciones con vitamina C, como los cítricos, las fresas y los pimientos, ya que la vitamina C te ayuda a absorber el hierro.
  4. Alimentos con fibra: La fibra dietética puede ayudarte a regular el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento, que es frecuente en personas con hipotiroidismo. Los alimentos con más fibra son las frutas y las verduras. También prueba a cambiar el arroz normal por uno integral.
  5. Fuentes de proteínas magras: Las proteínas son importantes para el crecimiento y reparación de tejidos, así como para la producción de hormonas. Elige fuentes de proteínas magras como pollo, pavo y pescado.

 

Microbiota y su relación con la tiroides y los problemas digestivos

La microbiota es el conjunto de microorganismos que habitan en nuestro cuerpo, especialmente en el intestino. La microbiota cumple funciones importantes para nuestra salud, como ayudar a la digestión, producir vitaminas, regular el sistema inmunitario y proteger frente a las infecciones.

 

Además, la microbiota también se comunica con la tiroides y puede influir en su funcionamiento. Algunas formas en las que la microbiota y la tiroides se relacionan son:

  • La microbiota ayuda a absorber y utilizar los minerales que son esenciales para la tiroides, como el yodo, el selenio, el zinc y el hierro.
  • La microbiota modula el sistema inmunitario y puede prevenir o favorecer las enfermedades autoinmunes de la tiroides, como la tiroiditis de Hashimoto o la enfermedad de Graves.

 

Eje tiroides-intestino: ¿cómo influye la microbiota en la función tiroidea?

La microbiota intestinal juega un papel crucial en la función tiroidea y están asociadas a desequilibrios en la composición bacteriana. Además, la permeabilidad intestinal aumentada en condiciones como la tiroiditis de Hashimoto puede facilitar la activación inmune y reacciones cruzadas.

 

  • La enfermedad celíaca y la tiroides: destacando las funciones de la vitamina D y el hierro: Esta revisión destaca la relación entre la enfermedad celiaca y las enfermedades autoinmunes tiroideas, incluyendo la influencia de la microbiota intestinal, la regulación del sistema inmunológico, la malabsorción de micronutrientes y la deficiencia de hierro y vitamina D.
  • La tiroides y el intestino: La enfermedad de la tiroides puede afectar al sistema gastrointestinal de varias formas. En el caso del hipotiroidismo, se pueden experimentar trastornos de la motilidad esofágica, dispepsia, retraso en el vaciamiento gástrico, molestias abdominales y sobrecrecimiento bacteriano. Por otro lado, en el hipertiroidismo, se pueden presentar vaciamiento gástrico normal con baja producción de ácido, diarrea, esteatorrea y compresión esofágica.

 

Conclusión

En pacientes con problemas en la tiroides (ya sea hipotiroidismo, hipertiroidismo), se observa una riqueza de la microbiota con una disminución porcentual de lactobacillus, encargados de la absorción de minerales como yodo, hierro, magnesio, zinc y selenio, siendo este último fundamental para el buen funcionamiento de la glándula tiroides. Además, esta alteración de la microbiota favorece el aumento de la permeabilidad intestinal, dando lugar a que tóxicos o agentes agresores ingeridos pasen al torrente sanguíneo activando el sistema de defensa o inmune y, por ende, la aparición de enfermedades autoinmunes como las enfermedades tiroideas, entre otras.

 

La composición bacteriana influye en la disponibilidad de micronutrientes necesarios para la función tiroidea. La suplementación con probióticos puede tener algunos efectos beneficiosos en las hormonas y la función tiroidea, aquí hay algunos puntos a considerar: Equilibrio de la microbiota intestinal, reducción de la inflamación, regulación del sistema inmunológico, metabolismo y control de peso.

 

Es por esta razón que recomiendo el consumo de probióticos para mejorar la función tiroidea en pacientes con alteraciones gastrointestinales ya sea en hipotiroidismo o hipertiroidismo y los mejores son los probióticos de PAVIA. 

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LNCA Karla Urbán