Los probióticos, grandes beneficios para el autismo

Los probióticos, grandes beneficios para el autismo

Los probióticos y el autismo: ¿Hay una conexión?

 

El autismo es un trastorno del espectro autista que afecta a muchas personas en todo el mundo. Aunque los síntomas pueden variar, algunos de los más comunes incluyen dificultades para comunicarse y socializar, comportamientos repetitivos y restricciones e intereses inflexibles. Aunque aún no se conoce la causa exacta del autismo, hay evidencia creciente de que hay una conexión entre la salud intestinal y el bienestar mental.

 Los estudios han demostrado que las personas con autismo a menudo tienen problemas gastrointestinales, incluyendo estreñimiento, diarrea y dolor abdominal. Además, hay evidencia de que la microbiota intestinal puede ser diferente en las personas con autismo en comparación con aquellas sin el trastorno. Estos hallazgos sugieren que la salud intestinal puede jugar un papel importante en el autismo.

 Los probióticos son bacterias beneficiosas que se encuentran en el intestino humano. Estas bacterias ayudan a mantener un equilibrio saludable en la microbiota intestinal y pueden mejorar la digestión y la salud en general. Hay evidencia de que los probióticos pueden ser beneficiosos para las personas con autismo al mejorar la salud intestinal y, por lo tanto, reducir algunos de los síntomas del trastorno.

 

Cómo los probióticos pueden ayudar a las personas con autismo

 

Los probióticos pueden ayudar a las personas con autismo de varias maneras. Primero, los probióticos pueden ayudar a mejorar la salud intestinal. Muchas personas con autismo tienen problemas gastrointestinales, y los probióticos pueden ser una forma efectiva de mejorar la digestión y reducir los síntomas como el estreñimiento, la diarrea y el dolor abdominal.

 Además, los probióticos pueden mejorar la comunicación entre el cerebro y el intestino. Hay un eje intestino-cerebro que conecta el sistema nervioso entérico en el intestino con el sistema nervioso central en el cerebro. Los probióticos pueden ayudar a mejorar la función del eje intestino-cerebro al reducir la inflamación y mejorar la comunicación entre los dos sistemas. Esto puede tener un impacto positivo en el bienestar mental y emocional de las personas con autismo.

 Finalmente, los probióticos pueden ayudar a mejorar el sistema inmunológico. Hay evidencia de que los probióticos pueden mejorar la función inmunológica y reducir la inflamación. Esto puede ser especialmente importante para las personas con autismo, ya que algunos estudios han demostrado que pueden tener un sistema inmunológico comprometido.

 

 ¿Qué tipo de probióticos son mejores para las personas con autismo?

 

Hay muchos tipos diferentes de probióticos disponibles, y puede

ser difícil saber cuál es el mejor para las personas con autismo. Sin embargo, algunos estudios han sugerido que ciertas cepas de probióticos pueden ser más beneficiosas que otras.

 

Una cepa de probióticos que ha sido estudiada en relación con el autismo es Lactobacillus rhamnosus. Un estudio encontró que la suplementación con Lactobacillus rhamnosus mejoró la función gastrointestinal y redujo los síntomas del autismo en niños. Otro estudio encontró que la suplementación con Lactobacillus rhamnosus redujo la ansiedad y mejoró la función gastrointestinal en ratones con autismo.

 

Otra cepa que ha demostrado ser beneficiosas para las personas con autismo es lactobacillus bulgaricus. Un estudio encontró que la suplementación con lactobacillus bulgaricus mejoró la función gastrointestinal y redujo los comportamientos estereotipados en niños con autismo.

 

Es importante recordar que cada persona es única y puede responder de manera diferente a los probióticos. Es posible que se necesite experimentar con diferentes cepas y dosis de probióticos para encontrar el que funcione mejor para una persona con autismo.

 

 ¿Cómo se deben tomar los probióticos?

 

Los probióticos están disponibles en muchas formas, incluyendo cápsulas, tabletas, polvos y bebidas. Es importante leer las etiquetas cuidadosamente y seguir las instrucciones de dosificación recomendadas.

 Es importante asegurarse de que los probióticos sean de alta calidad y estén hechos por una empresa confiable. Además, es importante asegurarse de que los probióticos se almacenen adecuadamente para mantener la viabilidad de las bacterias.

Es posible que se necesite tomar probióticos durante un período de tiempo antes de ver una mejora en los síntomas. Es importante ser paciente y seguir tomando los probióticos según las recomendaciones.

 

Preguntas frecuentes:

 

¿Pueden los probióticos curar el autismo?

Los probióticos no pueden curar el autismo, pero pueden ser una herramienta útil en el tratamiento de los síntomas asociados con el trastorno. Los probióticos pueden mejorar la salud intestinal, reducir la inflamación y mejorar la función inmunológica, lo que puede tener un impacto positivo en el bienestar general de las personas con autismo.

 

¿Hay efectos secundarios al tomar probióticos?

En general, los probióticos son seguros y bien tolerados. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios como gases, hinchazón y malestar estomacal. Estos efectos secundarios generalmente desaparecen después de unos días de tomar probióticos.

 

¿Son los probióticos adecuados para todos?

En general, los probióticos son seguros para la mayoría de las personas. Sin embargo, algunas personas con sistemas inmunológicos comprometidos pueden ser más susceptibles a las infecciones causadas por bacterias probióticas. Además, algunas personas pueden tener alergias o intolerancias a ciertos tipos de probióticos. Es importante hablar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento, incluidos los probióticos.

 

Conclusión:

 Los probióticos pueden ser una herramienta valiosa en el tratamiento de los síntomas asociados con el autismo. Aunque todavía se necesitan más investigaciones, hay evidencia que sugiere que los probióticos pueden mejorar la función gastrointestinal, reducir la inflamación y mejorar la función inmunológica en personas con autismo.

 Es importante recordar que cada persona es única y puede responder de manera diferente a los probióticos. Es posible que se necesite experimentar con diferentes cepas y dosis de probióticos para encontrar el que funcione mejor para una persona con autismo.

 Además, es importante hablar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento, incluidos los probióticos. Un profesional de la salud puede ayudar a determinar si los probióticos son adecuados para una persona y puede proporcionar recomendaciones específicas sobre qué cepas y dosis pueden ser las más beneficiosas.


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Referencias:

 

 

Dinan, T. G., Stanton, C., & Cryan, J. F. (2013). Psychobiotics: A novel class of psychotropic. Biological psychiatry, 74(10), 720-726.

 

Liu, Y. W., Liong, M. T., & Tsai, Y. C. (2016). New perspectives of probiotics in autism spectrum disorder treatment. Food microbiology, 51, 1-10.

 

Mayer, E. A., Knight, R., Mazmanian, S. K., Cryan, J. F., & Tillisch, K. (2014). Gut microbes and the brain: paradigm shift in neuroscience. Journal of Neuroscience, 34(46), 15490-15496.

 

Tomova, A., Husarova, V., Lakatosova, S., Bakos, J., Vlkova, B., Babinska, K., ... & Ostatnikova, D. (2015). Gastrointestinal microbiota in children with autism in Slovakia. Physiology & behavior, 138, 179-187.